miércoles, 26 de febrero de 2014

Reportaje - Rezago pericial contra feminicidio

Por: Anaiz Zamora Márquez
Cimacnoticias | México, DF.- 04/02/2014
Carencia de personal especializado, indagatorias deficientes y falta de inversión para nuevas formas de identificación genética impiden terminar con impunidad en casos de feminicidio.

El primer paso para que las mujeres víctimas de feminicidio y sus familias accedan a la justicia es la adecuada investigación de los casos, ya que de ello depende –en gran medida– la identificación del o los responsables, un juicio objetivo y una probable sentencia.

Aunque la ola de violencia de género cobra a diario la vida de seis mexicanas y tan sólo de enero de 2011 a noviembre de 2012 se reportó la desaparición de 3 mil 976 mujeres de entre 11 y 20 años de edad, México carece del personal adecuado para indagar con la debida diligencia los casos de feminicidio, y tampoco invierte en el desarrollo de nuevas técnicas de identificación de restos de mujeres, por lo que la mayoría de los delitos quedan impunes.

Durante el “Primer Congreso Género y Ciencia Forense”, realizado en la Facultad de Medicina de la UNAM el 27 y 28 de enero, académicas y especialistas en investigación pericial explicaron cuál debía ser el adecuado procedimiento para investigar el asesinato doloso de una mujer.

La doctora Lorena Valencia Caballero, jefa de la Unidad de Investigación de la licenciatura en Ciencias Forenses de la UNAM, sostuvo que en el país los casos son averiguados por personal técnico en criminalística y no por el equipo multidisciplinario y especializado que se requiere.

Investigar los casos de feminicidio –agregó– no es una tarea sencilla, toda vez que en muchas ocasiones el personal se debe enfrentar a la falta de elementos probatorios para realizar la investigación.

La catedrática destacó el caso emblemático de Ciudad Juárez, Chihuahua –donde de acuerdo con cifras de El Colegio de la Frontera Norte, mil 441 mujeres fueron asesinadas de 1993 a 2003–, pues los restos de mujeres comúnmente son abandonados en terrenos o lotes baldíos, lo que implica su exposición a condiciones de clima y temperatura extrema que los desgastan y hacen prácticamente imposible su identificación.

Valencia Caballero explicó que el personal indicado para identificar restos óseos son las y los antropólogos físicos, ya que su formación les permite trabajar con pequeños componentes de osamentas (como dentaduras o huesos fragmentados), a fin de identificar a las víctimas.

Aunque subrayó que en estos casos ya es prácticamente imposible rastrear las agresiones que se cometieron previamente, “pues la tortura o la violación sexual no dejan huellas en los huesos”, la labor de una o un antropólogo físico permite conocer la identidad de los restos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario